Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

El amor a lo que hacemos… el espíritu de DOPP

DOPP

Aunque esté más de moda opinar sobre los procesos de onboarding digitales, metodologías team centric de evaluación del rendimiento o estrategias de diversidad o inclusión en las empresas, me voy a permitir hacer una pequeña reflexión sobre algo que me inspira más en esta recta final del año: El amor a lo que hacemos.

Me siento muy privilegiada por disfrutar cada día con lo que hago. Y no es que no existan errores, fracasos, momentos de tensión, frustración, cansancio o decepción. Los hay, y muchos. Pero la pasión siempre ha ganado todos los partidos de mi vida profesional.

Es cierto que hay una parte de suerte, y que no todos hemos tenido la misma. Pero hoy escribo para hablar sobre la que depende de cada uno de nosotros: la decisión. Yo decido amar cada día lo que hago, a pesar de las frustraciones, decepciones, estrés o cansancio laboral que todos llegamos a sentir.

El amor a lo que hacemos… el espíritu de DOPP

Estoy profundamente agradecida por tener la suerte de haber encontrado un propósito a través de mi trabajo, que me permite llegar a las personas de una forma muy especial. Que me da la oportunidad de contribuir a su desarrollo personal y profesional, hacer realidad un cambio cultural en una Organización… En definitiva, soy testigo de excepción de cambios en personas y empresas que me hacen creer – de manera muy romántica – en la evolución y la mejora.

Pues sí, soy de las que confían: “el cambio es posible”.

Doy gracias por tener la suerte de entusiasmarme con cada nuevo proyecto como si fuera el primero, y seguir sintiendo la responsabilidad del principiante cuando recibo un encargo profesional.

“Cumplo” 20 años en el ámbito de la consultoría de RRHH, y nunca tendré forma de agradecer a Dopp que me “sacara” del área financiera para introducirme en el fascinante mundo de las PERSONAS. Hasta hoy no sabría decir si he tenido una carrera más o menos exitosa o suficientemente relevante, … pero lo que puedo afirmar sin duda es que, después de 20 años, mantengo intacto el amor por mi profesión.

Por Reyes Sosa Coca, Gerente en DOPP

Comparte esta noticia: